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Jugando al curling

  • Xabier Ameyugo
  • 9 abr 2018
  • 2 Min. de lectura

Hace un tiempo el grupo de internacionales de mi instituto y yo, fuimos a un estadio de curling para aprender a jugar a este divertido, curioso y frío deporte. Ese día tuvimos que despertarnos muy pronto y cuando digo pronto me refiero a las 7 de la mañana para poder llegar allí a las 8 en punto. Cogimos un autobús y nos condujo hasta la pista de curling que se situaba en Cape Breton.

Ya he estado en Cape Breton un par de veces con mi familia de acogida y he de decir que es un sitio precioso y que siempre está nevado. Cuando llegamos, un monitor nos dijo que teníamos que jugar por turnos: unos íbamos a jugar a curling y otros de mientras irían comiendo mientras esperaban su turno de juego. A mí por suerte me tocó jugar de los primeros y después comer lo que me pareció lo mejor, ya que hacer deporte con el estómago lleno me parece molesto.

Yo me esperaba que el hielo que estaba pisando iba a ser más resbaladizo pero no lo era. Según me explicaron, este hielo está rugoso con piedritas de hielo para hacer más duro el movimiento del objeto que tenemos que lanzar. Pero no hay sólo lanzadores, también hay barredores que usan escobas que pulen el hielo delante de la piedra que se desliza.

Los barredores se sitúan delante de la piedra y mientas se mueve por la pista, los barredores andan marcha atrás para ir barriendo la trayectoria del objeto.

He de decir que no fui el mejor en este deporte ya que lanzaba el objeto con demasiada fuerza y eso para los barredores, es una tarea dificilísima ya que tienen que ir más rápido que la piedra. En cambio, era un buen barredor y la verdad es que me lo reconocieron porque aunque la piedra se moviese muy rápido yo siempre intentaba superarme para dirigir la piedra hasta el circulo central. Y ese fue mi dia INTERNAUTAS.


 
 
 

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About Me

¡Hola a todos! Soy Xabier y soy uno de los 500 becados por la Fundación Amancio Ortega para el curso 2017-2018.

Vivo en Barakaldo (Bizkaia), un pueblo bastante grande y dentro de poco mi destino será Antigonish, Nova Scotia en Canadá, donde estudiaré primero de bachillerato.

 Para tener tan pocos habitantes, el instituto es tan grande como el mío. Me pregunto como será el ambiente allí. ¡Qué emoción!

Puedo resultar un chico tímido al principio pero cuando cojo confianza, soy de lo más divertido y alegre, sobre todo con la gente con la que estoy a gusto. Soy responsable y muy amigo de mis amigos.

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